Si una persona se centra únicamente en el ¨cuento¨ de este espectáculo, podría creer que ya la vió, porque la misma habla de la relación de una pareja, mostrando los distintos estadíos de ésta, desde el inicio al final… pero estaría equivocado, porque no es tan simple, si bien el tema central se ha tratado en una inmensidad de obras de teatro, películas, libros… lo más interesante de Así de simple, y por lo cual se destaca, es la forma en que cuenta su historia. Con mucho humor y sensibilidad, Sofía González Gil e Ignacio Bresso, los autores, crearon una obra de enorme preciosismo, una joyita, una pieza que se disfruta en todo momento (aún cuando los recuerdos personales de situaciones dolorosas pueden hacer eco), ellos cuentan las historia de Clara y Joaquín, una pareja que se ama, su relación no la vemos ordenada cronológicamente, es así que podemos pasar del momento previo al final, a una situación de la cotidianidad de la convivencia, una discusión, o cuando se conocieron… pero no sólo los vemos a ellos dos, sino que también están representadas las las distintas voces que habitan en cada uno de ellos, la más esperanzadora y la más reticente, y ésto posibilita enormes posibilidades de juego, ya que cada escena se resignifica, entre lo que Clara y Joaquín dudan o piensan, y lo que hacen o terminan diciendo. Actoralmente hay un trabajo excelente de sus seis intérpretes, Julieta Gonçalves y Bresso son Clara y Joaquín respectivamente, mientras que las voces o personalidades de cada uno, están a cargo de Magdalena Pardo y Julia Dorto, y de Andrés Passeri y Francisco González Gil, los seis actores se adueñan de sus personajes, y es visible el placer con el cual los interpretan, lo cual el público no puede más que agradecer. La dirección de la propia autora, cuenta con buen ritmo, y una puesta que maximiza los espacios (vale destacar el diseño escenográfico de Lula Rojo y Gastón Segalini, el diseño de vestuario, y los pasajes musicales con música de Francisco Ruiz Barlett). Así de simple, no sé quien sos pero te sigo buscando habla del amor, de los miedos, las dudas, la entrega, la compañía, la soledad, y lo que uno necesita, y permite una reflexión sobre esas veces cuando el amor no es suficiente. Te identificás, te reis, te emocionas… la vivis.
Martin Dichiera En redes sociales @MartinDichiera 25.junio.2018