Hay obras que no pierden nunca su vigencia, ya sea por su potencia narrativa, la exquisitez en la construcción de personajes y escenas o porque denuncian tramas que perduran con el tiempo. Buena presencia es un caso particular: cumple con las tres condiciones.
Con humor ácido y la construcción de escenarios tan incoherentes como cotidianos, Víctor Winer indaga sobre las relaciones de poder en el ámbito laboral y recupera una tradición del vigor dramático para comprender lo significativo en lo social.
Este volumen reúne otras cuatro obras centrales de la dramaturgia argentina contemporánea: Loteo (2007); Cloro (2007); Ampelmann (2012) y 220 voltios (2016).
Extractos del prólogo de Sobre el autor Mónica López Ocón
“Las obras teatrales del reconocido dramaturgo Víctor Winer que se reúnen en este libro permiten no solamente visualizar su trayectoria como creador y “atrapar” algo del hecho teatral, efímero por naturaleza, para convertirlo en documento. A través de su publicación, también vuelven a poner en cuestión la relación entre el hecho teatral y la palabra. (...) De modo más específico, además, las obras reunidas permiten establecer cuál es la relación de la dramaturgia de Winer con la palabra”.
“Las obras de Winer –y las que se reúnen aquí lo ponen en evidencia– demuestran que la palabra dramática puede tener un peso propio aunque esté concebida para una encarnación posterior y se ubique, por lo tanto, en una suerte de limbo genérico.
Winer es un autor para el que el destino escénico de su producción no supone una disminución en el peso específico de la creación verbal”.
“En Buena presencia ya aparecen características que son una constante en su teatro. Por un lado, la mirada política, en el sentido más amplio del término, que muestra hasta qué punto los problemas y actitudes que suelen considerarse particulares son en realidad manifestaciones de lo social.
Por otro, un humor negro y una ironía que ayudan a metabolizar las situaciones desesperadamente trágicas que acostumbran atravesar sus personajes, y una violencia que se esconde tras actitudes en apariencia inofensivas y que, a veces, como en este caso, termina por estallar.
La obra gira en torno al mundo laboral y, a pesar de los cuarenta años que transcurrieron entre su estreno y el presente, tiene una vigencia que habla muy bien del teatro de Winer por su capacidad para captar los conflictos más profundos que nos atraviesan como país. Nos obliga a una reflexión dolorosa acerca de nuestra incapacidad para resolverlos”.
“Prolífico, multipremiado, traducido a diversas lenguas, Winer muestra en este libro la precisión de su escritura, que es un punto de llegada de su proceso creativo y, a la vez, un fecundo punto de partida”.